El seleccionador nacional, en unión de un grupo de escolares de La Graciosa, los primeros en pasear la llama del Fair Play por Lanzarote. El fuego de las entrañas del Parque Nacional de Timanfaya, en la isla canaria de Lanzarote, sirvió de escenario en el encendido de la Antorcha de la Concordia por el Juego Limpio, acto que en la presente edición tuvo como protagonista al seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque, quien hizo un llamamiento al "fair play" como uno de los valores intrínsecos del fútbol.
En su fugaz visita a Lanzarote, el entrenador nacional encendió pasiones. La presencia de "don Vicente", como lo denominaron más de medio millar de alumnos del municipio de Tinajo con los que mantuvo sendos encuentros, no sólo llamó la atención de los escolares, sino de decenas de turistas y miembros del Comité de Árbitros de Las Palmas (organizadores de la iniciativa), quienes no dudaron en pedirle un autógrafo, hacerse una fotografía e, incluso, como una guía turística que le llegó a invitar a un café en la zona de Islote de Hilario.
"En la medida de lo posible tenemos que erradicar todos los malos comportamientos en el mundo del fútbol". Este fue un mensaje que no se cansó de repetir el seleccionador en los distintos actos público en los que intervino, desde su encuentro con los medios informativos locales hasta en el acto de presentación de la Antorcha de la Concordia, como su participación ante más de 350 escolares en el campo de fútbol de Tinajo.
"El colectivo de árbitros es al que más hay que apoyar, porque es el más débil. En el mundo del fútbol todos tienen la capacidad de opinar, en cambio, el árbitro es el más débil… Están hablando con un convencido de que el Juego Limpio existe y si hay algún hecho extraño es absolutamente aislado. Las competiciones siempre se desarrollan con la mayor limpieza", indicó Vicente del Bosque en otro de sus mensajes.
El encendido de la Antorcha de la Concordia se celebró en la zona conocida como Islote de Hilario, en el Parque Nacional de Timanfaya, lugar en el que una anomalía geotérmica provoca que el calor del subsuelo se encuentre a escasamente un metro de distancia de la superficie.
Junto al protagonista del encendido del hachón, el seleccionador nacional tuvo a su lado a una quincena de escolares del islote de La Graciosa, quienes ataviados con su singular gorro (ideado para protegerse del sol y el viento) fueron los primeros en iniciar el recorrido por los distintos municipios de la provincia de Las Palmas. El propio técnico no dudó en volver a tomar la antorcha en sus manos y correr con ella en uno de los relevos que se efectuó en el paisaje lunar de Timanfaya y junto a un volcán inactivo.
Si ya los escolares gracioseros habían mostrado su emoción por saludar a "don Vicente", la locura se desató cuando el seleccionador nacional llegó al colegio de Mancha Blanca, barrio del municipio de Tinajo. Desoyendo las instrucciones de sus profesores, los alumnos rodearon al técnico y por doquier salieron bolígrafos y rotuladores para solicitarle que les firmara autógrafos. "Las botas son para jugar, no para firmarlas", indicó Vicente cuando uno de los menores le rogaba, con cara de pena, que se la firmara; pese a este argumento, el "chinijo" (como se conoce a los menores en Lanzarote) logró su objetivo.
El segundo encuentro con más de 350 escolares fue en el campo de fútbol de Tinajo. Allí, todos organizados, el seleccionador les fue saludando personalmente mientras los chiquillos emitían frases de elogios; un curso completo llegó a pronunciar la frase: "Del Bosque, presidente". Los que tuvieron más tiempo fueron los alumnos de Educación Especial, quienes, además, le entregaron diferentes dibujos que habían realizado. En este encuentro, dos alumnos del colegio público, leyeron sendos manifiestos sobre el Juego Limpio, palabras que fueron refrendadas por el propio Del Bosque en su corta alocución.
Antes de subirse a la guagua que le debía devolver al aeropuerto para su regreso a Madrid, Del Bosque también tuvo tiempo para fotografiarse, saludar e interesarse por la salud, de un grupo de pensionistas que también se había dado cita en el campo de Tinajo.
La Antorcha de la Concordia por el Juego Limpio alcanza este año su décimo novena edición y es la primera ocasión en la que el protagonista de su encendido es un seleccionador nacional absoluto de fútbol. Con anterioridad han participado relevantes personalidades del mundo deportivo, como el presidente de la RFEF o el secretario general del mismo organismo, y representantes de la vida política del Archipiélago Canario.
La Antorcha, como se le conoce popularmente, es una iniciativa del Comité Técnico de Árbitros que se inspira en el objetivo de transmitir a toda la sociedad de que "el árbitro es un amigo" y que se incluye como una acción más dentro de un amplio programa de formación conocido como el Tagoror Clinic. Con el encendido y posterior recorrido de la Antorcha por las calles de las tres islas de la provincia de Las Palmas se entra en la recta final del ciclo formativo desarrollado durante los últimos dos meses y que se intensificará con el desarrolló de 48 horas de convivencia y clases en la localidad de Santa María de Guía (Gran Canaria).
